Las lecturas de hoy son una invitación para que vivamos todos nuestra obligación de evangelizar, aprendiendo sobre todo de Jesucristo que es el gran misionero.
- Job
En
una lectura que parece muy pesimista, nos da una gran enseñanza.
Si la vida pasa y repasa como la lanzadera de una tejedora, lo que tenemos que hacer es aprovecharla bien, porque no solamente pasa sino que no se repite nunca, aunque a veces, nos da la impresión que un día es como el otro y como el otro y como el otro. Sin embargo nunca será igual porque cada “repetición” se da en un tiempo distinto.
Lo más prudente será aprovechar todos y cada uno de los tiempos de nuestra vida.
- Salmo responsorial (146)
Nos
habla de la bondad del Señor que es misericordioso y sana los corazones más
destrozados.
Comienza
con una invitación a alabar a Dios con la música.
Dice
después cómo actúa Él en su bondad:
“Él sana los corazones destrozados, venda sus heridas… nuestro Dios es grande y poderoso… Él sostiene a los humildes y humilla a los malvados”.
- San Pablo a los corintios
Nos
cuenta que en realidad el evangelizar ha sido muy costoso y sacrificado para
él. Sin embargo, como le urge el amor a Jesucristo, al anunciar el evangelio no
pide ninguna compensación.
Para
Pablo lo único que es necesario es seguir predicando como recompensa por su
trabajo.
Esa
es la actitud del gran misionero siempre inquieto: ¡anunciar la Palabra de Dios!
Ojalá todos nosotros lo tengamos en cuenta. Así como el apóstol, podremos esperar participar en los bienes que promete el mismo evangelio que anunciamos.
- Verso aleluyático
Nos enseña la bondad de Jesucristo que “tomó nuestras debilidades y cargó con nuestras enfermedades” para aliviarnos y perdonarnos a nosotros con su amor misericordioso.
- Evangelio
Es
de San Marcos y nos presenta un día misionero de Jesús y nos deja una enseñanza muy importante para
todos nosotros.
De
esta manera distribuye Jesucristo las veinticuatro horas de un día:
+
En primer lugar su enseñanza en la sinagoga, que lógicamente glorifica a Dios y
enseña a los hombres el mensaje del Señor.
+
En segundo lugar va a la casa de Pedro que está muy cerca y cura a la suegra de
Pedro que padece una fiebre muy aguda.
Con
esta enseñanza nos recuerda que todos tenemos obligación de atender a los más
próximos y por tanto cuidar de nuestros familiares.
Si
la suegra de Pedro no tenía nada que ver con Jesús, sí tenía que ver con Pedro
que era uno de los más importantes del grupo que le acompañaba en el
apostolado.
+
Después de comer, posiblemente lo que había preparado la suegra curada, Jesús
recibe a la multitud que llega hasta Él para pedir curaciones.
Y
con caridad y amor les enseñó y curó a todos.
+
Al día siguiente, muy temprano, Jesús se esconde solo para hablar con su Padre
en oración profunda de la soledad del campo.
Más
tarde llegan los apóstoles pidiendo a Jesús que regrese al pueblo porque todos
lo están buscando. Pero Él les advierte que no ha venido como misionero solo
para un grupo sino que por todas partes lo están esperando y que Él tiene que
evangelizar a todos según la misión que se le confió.
Como
vemos es una hermosa distribución del día para un buen misionero: evangelizar y
orar con el pueblo en el templo, atender a los familiares que nos necesitan,
devolver la salud y proclamar el anuncio del evangelio a los que lleguen hasta
nosotros con debilidades.
Y
finalmente, buscar la intimidad de la oración personal con Dios para tener las
fuerzas necesarias y seguir evangelizando.
José Ignacio Alemany Grau, obispo