Ante todo recuerden, amigos, que hoy es el primer domingo de cuaresma y los días anteriores se llamaban: “... después de la ceniza”; por tanto mañana será “Lunes de la primera semana de cuaresma”.
Recordemos también que vamos hacia la Pascua y que no vamos a quedarnos en el Calvario sino que llegaremos al triunfo de Jesús que nos llevó a la salvación, con su resurrección, y el envío del Espíritu Santo al que llamamos el “Alma de la Iglesia”.
- Génesis
Nos
habla del gran pacto o alianza que Dios hace con Noé y sus hijos después del
diluvio.
Como
señal externa de ese pacto Dios pone el arcoíris que siempre aparecía cuando
los rayos del sol atravesaban la lluvia contenida en la atmósfera. Pero ahora
tendrá un significado para siempre, la alianza de Dios con su pueblo:
“Para todas las edades: pondré mi arco en el cielo como señal de mi pacto con la tierra”.
- Salmo responsorial 24
Nos
habla de la misericordia de Dios que nunca debemos olvidar:
“Recuerda, Señor, que tu
ternura y tu misericordia son eternas. Acuérdate de mí con misericordia, por tu
bondad”.
Tengamos siempre presente este pacto de Dios con la humanidad de que nos habla el Génesis porque “el Señor es bueno… y enseña su camino a los humildes”.
- San Pedro
Recordando
el diluvio, San Pedro nos habla del bautismo.
No
debemos olvidar que la cuaresma se llama también un “camino bautismal”, es
decir, para que los catecúmenos se preparen y se bauticen en la Pascua y para
que todos nosotros podamos renovar, ese día, nuestro propio bautismo para
revivir nuestra consagración a Dios y la riqueza que Él nos regaló con el
primero de los sacramentos.
San
Pedro, nos dice que el diluvio fue un “símbolo
del bautismo que actualmente nos salva”.
Nos
advierte también el apóstol que ese sacramento no consiste en limpiar una
suciedad corporal, sino en conseguir de Dios una conciencia pura por la
resurrección de Jesucristo, al cual al llegar glorioso al cielo “se le sometieron ángeles, autoridades y
poderes y está a la derecha de Dios”.
Una buena meditación para comenzar este domingo el “camino bautismal”.
- Versículo
Como
ahora no se reza el Aleluya, la liturgia presenta con este nombre un
pensamiento apropiado para el día y hoy en concreto, refiriéndose a la
enseñanza de los otros evangelistas, nos dice:
“No solo de pan vive el
hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.
Un
versículo de San Mateo que alude al Deuteronomio:
“Te alimentó con el maná… para hacerte reconocer que no solo de pan vive el hombre, sino que vive de todo cuanto sale de la boca de Dios”.
- Evangelio
El
párrafo de hoy es el más breve al presentarnos a Jesús en el desierto. Pero en
estas pocas líneas de San Marcos, nuestro compañero del ciclo B, tenemos un
concentrado importantísimo:
+ “El Espíritu empujó a Jesús
al desierto”.
Esta
palabra “empujar” evidentemente que tiene una fuerza muy grande porque nos
enseña que Jesús, durante toda su vida, fue movido por el Espíritu Santo para
realizar la obra que el Padre le había encomendado.
+ “Se quedó en el desierto
cuarenta días”.
Tiempo
simbólico en la Biblia para prepararse a algo muy importante que en el caso fue
la vida apostólica de Jesús.
+ “Se dejó tentar por
Satanás”.
Para
que aprendamos que la tentación no es nunca pecado.
Por
eso pedimos en el padrenuestro: “No nos
dejes caer en la tentación”.
+ “Vivía entre alimañas y los
ángeles le servían”.
Esto
nos indica la santidad de Jesús que crea como una comunión entre la naturaleza
creada y los ángeles que le servían.
+
Finalmente cuenta San Marcos que cuando Herodes arrestó al Bautista, Jesús se
fue a Galilea a proclamar el Reino. Y este era su mensaje que oiremos
continuamente en el tiempo de cuaresma:
“Se ha cumplido el plazo,
está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.
José Ignacio Alemany Grau, obispo