28 de agosto de 2021

LOS MANDAMIENTOS, REGALOS DE DIOS


El hombre desde el principio ha querido ser autónomo y huye de todo mandamiento o imposición.

Pero no únicamente de los mandamientos de Dios. Difícilmente acepta los mandamientos o leyes sociales y procura rehuirlas.

Por eso ningún gobierno humano puede satisfacer. La humanidad necesita algo que venga de más arriba para reconocer su autoridad.

  • Deuteronomio

Moisés comunicaba los preceptos que Dios dio a su pueblo, pidiendo que si escuchamos los mandatos y decretos del Señor viviremos y entraremos a tomar posesión de la tierra prometida, la tierra de Canaán, que será el símbolo de la tierra celestial.

También pide fidelidad:

“No añadáis nada a lo que os mando ni suprimáis nada”.

Al mismo tiempo el gran legislador advierte que los mandamientos del Señor son un signo de la sabiduría e inteligencia de Israel ante los demás pueblos que los alabarán.

Termina Moisés diciendo que no hay ninguna nación comparable con Israel que tiene cerca al Señor y la sabiduría de sus preceptos.

  • Salmo 14

El salmista se pregunta quién puede habitar en la casa de Dios y la respuesta es: el que cumple los preceptos del Señor.

”El que procede honradamente y practica la justicia… el que no hace mal al prójimo y honra a los que temen al Señor…”

  • Santiago

Sabemos que Santiago es un apóstol muy concreto en sus escritos y toda su carta debe ser motivo de nuestra meditación.

Hoy nos pide que aceptemos las exigencias que Dios tiene para con nosotros:

“Aceptad dócilmente la palabra que ha sido plantada y es capaz de salvarnos”.

Y añade: “llevadla a la práctica y no os limitéis a escucharla engañándonos a vosotros mismos”.

Termina el párrafo advirtiéndonos muy concretamente:

“La religión pura e intachable a los ojos de Dios Padre es ésta: visitar huérfanos y viudas en sus tribulaciones y no mancharse las manos con este mundo”.

  • Verso aleluyático

Este versículo que pertenece a Santiago nos invita a recordar algo que fácilmente olvidamos:

Que Dios es nuestro verdadero Padre porque con la Palabra de la verdad nos engendró para que seamos como la primicia de sus criaturas.

  • Evangelio

Después de haber meditado el capítulo 6 de San Juan volvemos a la narración de nuestro compañero del ciclo B, San Marcos, y nos fijamos en dos puntos concretos que nos recuerda Jesús:

El primero pertenece a Isaías:

“Este pueblo me honra con los labios pero su corazón está lejos de mí”.

Esto es algo que lamentablemente se repite entre nosotros porque más bien enseñamos preceptos humanos, que incluso muchas veces no cumplimos.

Y el segundo es importante para que tengamos claridad de conciencia.

Jesús nos advierte que la responsabilidad y el pecado no vienen nunca de fuera, aunque pueda ser la peor tentación o quieran forzarnos a pecar.

Mientras la llave de la voluntad no abre, nunca hay pecado.

Lo que sale de nuestra voluntad, eso sí nos da responsabilidad para el bien o para el mal. Para ganar méritos o cometer pecados.

Por eso cuidemos siempre la voluntad para hacer lo que Dios espera de nosotros.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

21 de agosto de 2021

¿A QUIÉN IREMOS?

La liturgia de hoy nos habla de fidelidad, algo que resulta siempre difícil pero mucho más en el tiempo en que vivimos.
Pidamos a Jesucristo, testigo fiel, que nos ayude a todos a ser fieles, primero a Dios, después en el santo matrimonio y también en todos los detalles de la vida humana y sobre todo cristiana. 

  • Libro de Josué

Es muy famosa la asamblea de Siquén. Josué, cuando se asentaron los israelitas en la tierra prometida, reúne a todas las tribus y les plantea con toda energía la obligación de fidelidad que tienen con Dios y pone a su propia familia como modelo.

El gran Josué conoce la infidelidad humana y especialmente de su propio pueblo; por eso les dice:

“Si no os parece bien servir al Señor, escoged hoy a quien queréis servir: a los dioses que sirvieron vuestros antepasados… Yo y mi casa serviremos al Señor”.

El pueblo contestó haciendo un público compromiso:

“… También nosotros serviremos al Señor: es nuestro Dios”.

Muy pronto el libro de los Jueces nos contará las tremendas infidelidades que cometió el pueblo en los doscientos años que gobernaron los jueces y cómo el Señor los perdonó cuando se arrepentían.

  •  Salmo 33

Una vez más refiriéndose al evangelio de hoy que es el último que nos habla de la eucaristía, la liturgia nos dice:

“Gustad y ved qué bueno es el Señor, su alabanza está siempre en mi boca. Mi alma se gloría en el Señor”.

  • San Pablo

En su carta a los efesios nos habla de la fidelidad en el matrimonio que no es algo simplemente humano, aunque es cosa buena porque así lo hizo Dios, sino que fue elevado por Jesús a sacramento en el que debe mantenerse siempre la fidelidad.

Muchas veces se critica a San Pablo por las palabras con que habla del amor y relación entre el hombre y la mujer pidiendo que imiten la actitud amorosa de Cristo con la Iglesia. La verdad es que no hay profundidad en la reflexión ya que nadie podría ser tan feliz como el matrimonio entre un hombre y una mujer que vivieran la entrega de Jesús a la Iglesia y de la Iglesia a Jesús.

Meditemos estas últimas palabras de hoy:

“Es este un gran misterio y yo lo refiero a Cristo y a la Iglesia”.

Maravilloso pensamiento:

El hombre vive el amor de Cristo y la mujer el amor de la Iglesia. ¡Insuperable!

  •  Verso aleluyático

Recoge unas palabras del evangelio de este día que es el último párrafo del capítulo 6 de San Juan que venimos meditando. Tengámoslo muy presente:

“Tus palabras, Señor, son espíritu y vida, tú tienes palabras de vida eterna”.

  • Evangelio

Al final del maravilloso capítulo 6 de San Juan parecería que todos iban a quedar admirados y comprometidos con Jesucristo. Pero no es así.

La gente repitiendo: “este modo de hablar es duro, ¿quién puede hacerle caso?”, comienza a retirarse abandonando a Jesús por predicar una doctrina imposible.

¿Cómo aceptar que Jesús es el pan de vida que todos tienen que comer para salvarse?

Jesús se vuelve a los apóstoles y les pregunta:

“¿También vosotros queréis marcharos?”

Todos debemos tener en cuenta que para ser verdaderamente de Jesús hay que aceptar todas las verdades de fe y entre ellas la maravillosa presencia de Jesucristo en la eucaristía.

Pedro, en nombre de todos los apóstoles, y quiera Dios que también en el nuestro, contestó:

“Señor, ¿a quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna; nosotros creemos y sabemos que tú eres el santo consagrado por Dios”.

Profundicemos y adoremos este gran misterio, regalo del Padre Dios.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

14 de agosto de 2021

LA ASUNCIÓN, EL TRIUNFO DE SANTA MARÍA


Hoy se cumplen de manera especial las palabras que la Virgen dijo al llegar a la casa de santa Isabel:

“Me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí”.

Lo que celebramos es, como nos dice el prefacio de esta solemnidad, que:


“Hoy ha sido llevada en cuerpo y alma al cielo la Virgen, la Madre de Dios”.

Hoy ha sido glorificada como Madre de la Iglesia, es decir, de todo el pueblo de Dios que vivimos peregrinando por este mundo. Y hoy nos alegramos porque el Señor no quiso que conociera la corrupción del sepulcro la mujer santa en cuyo seno permaneció nueve meses el Verbo de Dios encarnado.

¡Bendita y alabada seas, Santa María!

  • Apocalipsis

Nos habla de una doble aparición.

Por un lado, el arca de la alianza que es precisamente una de las imágenes bíblicas más importantes de la Madre de Jesús.

Por otro lado, “apareció una figura portentosa en el cielo”  que se refiere a la Iglesia y la Iglesia a su vez la aplica a la Virgen María:

“Una mujer vestida del sol, la luna por pedestal y coronada por doce estrellas”.

Sabemos que, en distintas apariciones, la Virgen se ha presentado como una mujer semejante a esta descripción del Apocalipsis.

Para nosotros gran motivo de gozo en este día santo de la Asunción de María, cuando celebramos como una verdad de fe que la Virgen María fue llevada en cuerpo y alma al cielo.

  •  Salmo responsorial

En el salmo 44 la Iglesia ve descrita a la Virgen María junto al Mesías y que está “enjoyada con oro de Ofir” y de la que el Señor está profundamente enamorado.

  • San Pablo a los corintios

Es una aplicación de lo que ha previsto el plan de Dios para la humanidad, es decir, la resurrección de todos por Cristo.

Jesús tiene que reinar sobre la humanidad entera y al final de los tiempos el Redentor aniquilará la muerte y someterá a toda la humanidad a su poder, que le corresponde como Dios y como Redentor.

  • Verso aleluyático

Aclama la alegría de la Iglesia en el día de hoy que alegra al cielo y a la tierra:

“María ha sido llevada al cielo: se alegra el ejército de los ángeles”.

  • Evangelio

Es el párrafo tan conocido de San Lucas que nos cuenta la prontitud con que, tras el anuncio del ángel, la Virgen se puso en servicio de su prima santa Isabel.

En aquel momento hubo una presencia especialísima del Espíritu Santo que iluminó a las dos santas mujeres.

A santa Isabel, que pudo profetizar cómo la Virgen María llevaba en su seno al Mesías  (“dijo el Señor a mi Señor”) y, por otra parte, a María, que al verse descubierta, proclamó la grandeza del Señor en el cántico que la Iglesia nos pide repetir todas las tardes en el rezo de vísperas y que nos vendrá bien a nosotros repetir con Santa María en el día de hoy, ese mismo himno de alabanza al Creador por la grandeza de nuestra Madre:

“Proclama mi alma la grandeza del Señor, se alegra mi espíritu en Dios mi Salvador. Porque ha mirado la humillación de su esclava.

Desde ahora me felicitarán todas las generaciones porque el Poderoso ha hecho obras grandes por mí; su nombre es Santo...”.

Como hijos de la Iglesia de Jesucristo alegrémonos de una manera especial en este día. Felicitemos a nuestra Santa Madre y pidámosle que nos ayude a vivir siempre en la esperanza de la salvación que nos llevará, tras la muerte, a una resurrección gloriosa, que nos permitirá contemplar en el cielo a Jesucristo y a nuestra Madre Santa en el seno de Dios Padre.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

7 de agosto de 2021

QUIEN CREE, TIENE VIDA ETERNA

Muchas personas inteligentemente piensan porqué la liturgia dominical tiene tres ciclos si son cuatro los evangelistas. ¿Dónde está San Juan?

La liturgia va insertando en diversos domingos el evangelio de San Juan.

Precisamente en este ciclo B, del 25 de julio al 22 de agosto, nos presenta su capítulo 6 y después, entre Semana Santa y la Pascua, encontramos gran parte de su evangelio y del mismo modo en otros momentos del ciclo B.

En esta temporada la Iglesia nos invita a meditar con profundidad el tema de la eucaristía que es tan importante para nuestra fe.

  • 1 Reyes

Nos cuenta un hecho de la vida de Elías, algo que es como un signo de la eucaristía.

Elías huye de los reyes que lo quieren matar y camina hacia el monte Horeb que es el “monte de la contemplación”.

Pasada una jornada de camino se tumba bajo una retama y se desea la muerte. Pronto quedó dormido. El ángel del Señor lo tocó y le dijo: “levántate y come”.

A su cabecera vio un pan cocido sobre piedras y un jarro de agua. Comió, bebió y volvió a dormirse. Pero el ángel lo tocó de nuevo diciéndole: “levántate y come que el camino es superior a tus fuerzas”.

Elías comió y con la fuerza de este pan pudo caminar cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte Horeb.

Bonita lección para todos nosotros, si pensando en la eucaristía tenemos la certeza de que el camino hasta el cielo es largo y necesitamos comer de este pan y beber de este vino que son el Cuerpo y la Sangre de Cristo porque “el que come mi carne y bebe mi sangre tiene vida eterna y yo le resucitaré el último día”.

  •  Salmo 33

Un salmo que la Iglesia refiere también a la eucaristía y sobre este gran sacramento, nos dice:

“Gustad y ved qué bueno es el Señor, dichoso el que se acoge a Él”.

  •  San Pablo

El apóstol nos habla de Jesucristo y la liturgia lo refiere hoy a la eucaristía. He aquí algunos consejos del santo:

+ Imiten a Dios como hijos queridos:

Qué gran motivo. El mejor modelo nuestro Creador.

+ Vivan en el amor como Cristo nos ha enseñado en su entrega total al Padre para salvarnos:

Hacer la voluntad del Padre como Jesús.

+ No entristezcan al Espíritu Santo.

Lo contrario nos impediría prepararnos bien para recibir a Jesús en la eucaristía.

De esta manera Pablo nos habla de las tres Personas de la Trinidad Santa y todavía añade otros consejos que les invito a leer:

+ “Desterrad la amargura, la ira, los enfados e insultos y toda maldad.

Sed buenos, comprensivos, perdonándoos unos a otros como Dios os perdonó en Cristo”.

  • Verso aleluyático

Nos repite la parte central del capítulo 6 del evangelio de San Juan:

“Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo”.

Este pan encierra la vida para siempre.

  • Evangelio

Hay que tener en cuenta que para buscar con ansias y amor la eucaristía, es decir, a Cristo como pan y vino consagrados, el Padre tiene que atraernos. Sin este regalo del Padre nadie llegará a Jesús.

En segundo lugar Jesucristo nos dice la gran afirmación:

“Yo soy el pan vivo. El que me coma vivirá para siempre”.

Tenemos que comer el pan que es Cristo, su Cuerpo entregado día a día para la salvación del mundo.

Solo así tendremos asegurada la salvación.

Que el Padre Dios nos ayude a entender y vivir la gran lección de este domingo del ciclo B en el capítulo 6 de San Juan.

Pidamos al Padre verdadera hambre de Jesús.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo