Posiblemente una de las enseñanzas de este domingo sea que hay que respetar a las autoridades. Incluso aceptar que, si ellas se dejan guiar por la recta conciencia, Dios las puede utilizar como instrumento para hacer el bien al pueblo a ellos confiado.
- Isaías
Purificado
el pueblo de Dios por el destierro y pasado el tiempo profetizado por Jeremías,
el Señor escoge al rey de Persia para que libere a Israel.
¿Quién
es ese Ciro a quien Dios llama su “ungido” y le da tantas alabanzas?
Dos
párrafos especiales tenemos para conocerlo:
La
primera cita bíblica es del segundo libro de Crónicas en el último capítulo,
párrafo último:
“En el año primero de Ciro,
rey de Persia, para cumplir lo que había dicho Dios por medio de Jeremías, el
Señor movió a Ciro, rey de Persia, a promulgar de palabra y por escrito en todo
su reino…”
A
continuación el rey da este decreto que libera a todos los judíos que quieran
regresar a Jerusalén:
“Así dice Ciro, rey de
Persia: el Señor Dios del cielo me ha entregado todos los reinos de la tierra.
Él me ha encargado construirle un templo en Jerusalén de Judá. Quien de entre
vosotros pertenezca a ese pueblo puede volver. ¡Que el Señor su Dios esté con
él!”
Por
otro lado en el párrafo de Isaías de hoy vemos que Dios lo escoge “aunque no me conoces” y le pone “el cinturón con que se ceñían los reyes”.
Así
un rey pagano hace una ofrenda al Dios de Israel, dando la libertad a los
judíos y también el dinero para reconstruir su ciudad y su templo.
En este acontecimiento podemos descubrir cómo Dios es el Señor de la historia por encima de las acciones de los seres humanos.
- Salmo 95
Nos
recuerda la misma verdad que meditamos en las lecturas de hoy:
“El Señor es rey, Él gobierna
a los pueblos rectamente”.
Todo el salmo nos invita a “aclamar la gloria y el poder del Señor”.
- San Pablo
La
carta a los Tesalonicenses es el primer escrito de todo el Nuevo Testamento y
fue escrita por Pablo el año 50 desde Corinto.
Hoy
la liturgia recoge la introducción de la carta en la que el apóstol felicita a
los cristianos por la acogida que han dado al Señor:
“Por la actividad de vuestra fe, el esfuerzo de vuestro amor y el aguante de vuestra esperanza en Jesucristo”.
- Verso aleluyático
Jesús
enseñó que el cristiano tiene que ser “luz
del mundo” como Él y la liturgia nos lo confirma con estas palabras de San
Pablo a los filipenses:
“Brilláis como lumbreras del
mundo, mostrando una razón para vivir”.
Pidamos a Dios que nuestra vida responda a esta hermosa realidad y con nuestra fe iluminemos el camino de todos.
- Evangelio
De
una manera hipócrita los fariseos y algunos herodianos se presentan a Jesús
para hacerle una pregunta capciosa y por cierto muy peligrosa en aquel momento
político en el que Israel tiene que pagar tributo a Roma.
Ya
sabemos la respuesta de Jesús en la que deja claro que lo primero de todo es
Dios y hay que cumplir lo que Él nos pide y que, en segundo lugar, viene el
emperador y hay que cumplir con él.
Jesús
no habla de los derechos de éste ni entra en mayores detalles.
Sí
nos ayudará a comprender la hipocresía que tenían estos fariseos que procuraban
acumular todas las monedas que podían sin importarles que tuvieran la efigie
del César.
Guardemos
bien la lección:
Hay
que cumplir en primer lugar la ley de Dios y después aplicar las leyes humanas,
con tal que no sean contrarias a la ley divina. Algo muy importante a tener en
cuenta cuando las leyes de los gobiernos van directamente en contra de los
mandamientos de Dios.
José Ignacio Alemany Grau, obispo