En medio de la confusión que vivimos, es preciso tener bien claro el Evangelio y el Catecismo de la Iglesia Católica.
Son
los dos faros que Dios nos ha dado, precisamente para estos momentos, a los católicos
de hoy.
Seamos
fieles a Dios en Cristo Jesús.
No
olvidemos nunca que el primero en todo es Jesucristo porque es Dios y de su
amor y de la fidelidad a Él, como enseña el Evangelio de hoy, brotará el
servicio generoso al prójimo y no al revés.
Como suelen repetir los mejicanos: “¡Primero Dios!.
- Éxodo
Nos
habla de los derechos humanos de los más pobres y en concreto de los migrantes,
las viudas y los huérfanos que no tenían derecho ninguno a la herencia. Por eso
Dios mismo se compromete a defenderlos.
En
este sentido el Éxodo resalta en concreto:
No
vejar a los migrantes, no explotar a las viudas y a los huérfanos, no prestar
el dinero con usura y no tomar como prenda lo que el pobre necesita para vivir.
En concreto señala el manto que utiliza para cubrirse y dormir sobre él,
diciendo:
“Si tomas en prenda el manto
de tu prójimo, se lo devolverás antes de ponerse el sol, porque no tiene otro
vestido para cubrir su cuerpo, ¿y dónde si no se va a acostar?”.
Dios
mismo se presenta como su valedor:
“Si grita a mí, yo lo escucharé porque soy compasivo”.
- Salmo 17
Es
un himno de grandes alabanzas a Dios al que da una hermosa serie de títulos,
que nos pueden servir también a nosotros para nuestra oración:
“Mi fortaleza, mi roca, mi
alcázar, mi libertador… Peña mía, refugio mío, escudo mío, mi fuerza salvadora,
mi baluarte”.
Y
además, el salmista, lleno de entusiasmo, grita:
“Viva el Señor, bendita sea
mi roca, sea ensalzado mi Dios y Salvador”.
El salmo es una bellísima oración que glorifica a Dios por la victoria que ha dado al rey, a quien llama su ungido.
- San Pablo
Felicita
a los tesalonicenses por acoger la Palabra de Dios, a pesar de las dificultades
que tuvieron que superar, y además haberlo hecho con alegría.
Ellos
son un modelo para todos los creyentes porque, al dejar los ídolos para seguir
al Dios vivo y verdadero, se mantuvieron fuertes en la fe.
Es mucho lo que tenemos que aprender también hoy en medio de las dificultades que nos presenta la sociedad para ser fieles con alegría.
- Verso aleluyático
Nos
recuerda unas palabras muy importantes para vivir en la fe y que fueron dichas
por Jesús en la última cena a sus discípulos. Se refieren a acoger la Palabra
de Dios solamente por amor:
“El que me ama guardará mi
Palabra y mi Padre lo amará y vendremos a él”.
Nada más maravilloso que pensar que Dios viene a habitar dentro de nosotros si acogemos la Palabra que es Cristo mismo.
- Evangelio
Quieren
poner a prueba a Jesús y le envían un grupo de fariseos y saduceos que le
pregunta:
“¿Cuál es el principal mandamiento
de la ley?”
Jesús
aprovecha la oportunidad para decirles claramente que el principal mandamiento
es amar a Dios y después viene el segundo que es semejante al primero, amar al prójimo.
Aprovechemos
este domingo para examinar si nuestro amor a Dios es auténtico y si lo queremos
con todo el corazón, con toda el alma y con todo nuestro ser; es decir, con
todo lo que somos y tenemos.
Que
siempre en la vida lo primero sea el amor a Dios y de él brote todo lo que
hacemos, pensamos y queremos.