SI VIVIMOS EN EL AMOR, LLEGAREMOS AL AMOR
Aunque
no es bien visto en esta sociedad, la Iglesia tiene que ser fiel a Jesús y
anunciar a los hombres que quieren huir de la responsabilidad, la verdad de
nuestro futuro.
A
este propósito quiero citar al cardenal Gerald Müller que en su “Declaración de
Fe”, enseña:
“Cada
persona tiene un alma inmortal que es separada del cuerpo en la muerte,
esperando la resurrección de los muertos. La muerte hace definitiva la decisión
del hombre a favor o en contra de Dios. Todo el mundo debe comparecer ante el
tribunal inmediatamente después de su muerte. O es necesaria una purificación o
el hombre llega directamente a la bienaventuranza celestial y puede ver a Dios
cara a cara.
Existe
también la terrible posibilidad de que un ser humano permanezca en
contradicción con Dios hasta el final y, al rechazar definitivamente su amor,
condenarse para siempre”.
Estamos
al final del año litúrgico y la Iglesia nos habla del fin de los tiempos y de
la vuelta de Jesús, enseñanza que prolongará en los primeros días de adviento.
Que
este tiempo especial sea para todos nosotros tiempo de conversión para llegar
al Reino eterno de Dios en Cristo.
- Malaquías
En
este texto la Tradición de la Iglesia quiere ver el fin de los malvados y el
fin de los fieles:
“Malvados y perversos serán
la paja y los quemaré el día que ha de venir y no quedará de ellos ni rama ni
raíz… pero a los que honran mi nombre los iluminará un sol de justicia”.
- Salmo 97
Este
salmo está en consonancia con el tema de hoy, presentándonos a Dios que
gobierna los pueblos con rectitud:
“Regirá el orbe con justicia
y los pueblos con rectitud”
- San Pablo
En
su segunda carta a los Tesalonicenses les habla de cómo hay que vivir
trabajando.
Parece
que algunos, pensando que se acababa el mundo, ya no querían trabajar, por eso
les advierte a todos: “el que no trabaje
que no coma”.
Y
les explica porqué él mismo se había esforzado siempre en trabajar para comer, aunque
como buen evangelizador “merecía su paga”:
“No vivimos entre vosotros
sin trabajar, nadie nos dio de balde el pan que comimos, sino que trabajamos y
nos cansamos día y noche, a fin de no ser carga para nadie”.
- Verso aleluyático
Este
versículo trae una cita de San Lucas que nos permite ver cómo en Cristo, juez
justo, llega nuestra verdadera liberación:
“Levantaos, alzad la cabeza:
se acerca vuestra liberación”.
- Evangelio
San
Lucas continúa las enseñanzas de Jesús sobre el Juicio final que inició en el
capítulo 17,20-37 enseñando en el templo.
Por
eso nuestro párrafo comienza diciendo:
“Como algunos hablaban del
templo, de lo bellamente adornado con piedras de calidad y exvotos”, Jesús habla del final, advirtiendo que Él
vendrá y cuando venga todos se darán cuenta.
Por
eso aclara Jesús que no nos engañen los
que tantas veces repiten a través de la historia “yo soy” o bien “está llegando el tiempo”.
Veamos
con paz estas enseñanzas del género apocalíptico, bajo las cuales debe
quedarnos clara la idea que el Señor vendrá en su momento y dará a cada uno
según sus obras.
Uno
de los puntos especiales que se han hecho patentes en la historia de la Iglesia
es la persecución de los cristianos.
De
hecho esta terrible persecución, sin causas objetivas, que vemos también en nuestros
días, nunca la podremos entender.
El
Señor todavía pone las cosas más difíciles diciendo: “hasta vuestros padres y parientes y hermanos y amigos os entregarán y
matarán a algunos de vosotros”.
Jesús,
sin embargo, nos invita a perseverar en la fidelidad:
“Ni un cabello de vuestra
cabeza perecerá; con vuestra paciencia salvaréis vuestras almas”.
Aprovechemos
este tiempo litúrgico para profundizar las enseñanzas de la fe respecto al
final de nuestra vida.
José Ignacio Alemany Grau, obispo