EPIFANÍA, LA MANIFESTACIÓN DEL AMOR
- Isaías
El profeta Isaías nos presenta en un
bellísimo estilo oriental a Jerusalén como si fuera una persona muy especial e
importante.
Jerusalén es como una doncella maravillosa,
predilecta de Dios, que llama la atención de los hombres por su belleza.
La belleza es comparada en este caso con la
luz.
Pero ha llegado el momento de Dios y ahora
todos los pueblos son invitados a acercarse a la luz y revestirse de Dios, lo
mismo que Jerusalén que representa al pueblo escogido.
Las cosas han cambiado.
Se acabó el Antiguo Testamento en que Dios
llamaba solo a un pueblo privilegiado.
A partir de este momento Dios llama a todos
los gentiles que, por la belleza de Jerusalén, llegan a Dios.
Bajo estas bellísimas imágenes está
profetizada la Iglesia, que el Apocalipsis descubrirá más hermosa todavía con
estas palabras:
“Y vi la ciudad
Santa, la nueva Jerusalén, que descendía del cielo, de parte de Dios, preparada
como una esposa que se adorna para su esposo”.
- Salmo 71
Hoy es el día de los “gentiles” (se llama
así a todos los que no pertenecen al pueblo de Israel).
Es el día en que Dios llama a todos los
pueblos representados en los Magos que vienen de lejos con regalos a adorar al
Señor.
Es la fiesta de todos.
Hoy desde la cuna de pajas de Belén Dios
llama a toda la humanidad.
Y los hombres se acercan a Él representados
en los Magos.
Amigo, no te quedes atrás.
Dios nos llama a todos con su luz
maravillosa que deslumbra y atrae a los hombres de buena voluntad.
¡Misterio del “Dios-con-nosotros”!
- Efesios
Pablo aclara el profundo sentido de esta
fiesta de Epifanía o manifestación de Dios:
Con la venida de Cristo quedó claro “que también los gentiles son
coherederos, miembros del mismo cuerpo y partícipes de la promesa de Dios”
en Cristo, dada a conocer por el anuncio del Evangelio.
- Aleluya
Medita un parrafito del Evangelio de Mateo:
Los Magos llegan a Jerusalén con una gran noticia que casi nadie conoce:
“Hemos visto salir su
estrella y venimos a adorar al Señor”.
Qué distintas reacciones produce la
cercanía de Dios. Lo veremos en el Evangelio.
Pero ya desde ahora piensa que tu salvación
la tiene Dios y te la ofrece: todo depende de cómo la acojas tú.
- Evangelio
No es fácil entender el sacrificio y la fe
que supone esta frase de San Mateo:
“Unos magos de
oriente se presentaron en Jerusalén”.
Reflexionemos:
+ Estudio de los astros y distinguir entre
ellos una estrella muy especial.
+ Buscar en los libros, sobre todo en la
Biblia, el significado de aquel astro.
+ Formar una caravana, reunir gente,
provisiones y los regalos muy especiales para un hipotético rey.
+ Suponer que un rey nace normalmente en la
capital y por tanto dirigirse a Jerusalén.
+ Presentarse en palacio preguntando: “¿Dónde está el rey de los judíos que ha
nacido?”
Nadie sabía nada pero cuánta seguridad
llevaban y cuánto tiempo emplearon aquellos Magos que venían tan decididos, ya
que Herodes concluye que los hechos resumen todo este tiempo en un par de años
que anotará él para realizar su infame hazaña.
Admiramos la maldad que oculta el rey de
Israel, enfermo y viejo, que se muere de miedo pensando que un bebé crecerá y
podrá destronarlo.
¡Cuánta maldad cargamos los humanos y cómo
disimulamos nuestras intenciones!
Pero Dios y la verdad triunfan porque Dios
es el Señor de los tiempos.
Los Magos vuelven a ver la estrella que les
conduce hasta el lugar, sin duda una casita sencilla, en la que ahora vive la
Sagrada Familia.
Dios les ha regalado una fe maravillosa
para descubrir que aquel Niño de una familia humilde es Dios y lo adoran y
ofrecen dones simbólicos:
Incienso, como a Dios; mirra, como a
Redentor y oro como a Rey.
¿Hasta dónde llega tu fe para reconocer a
Dios en los pobres y sencillos de hoy?
Porque Dios sigue acompañando la historia
humana.
José Ignacio Alemany Grau