EL SEÑOR GOZA CONTIGO
Fácilmente hablamos de nuestra alegría en
el Señor y de que el Señor es nuestro gozo.
Hoy escucharemos al profeta Sofonías
decirnos que, es precisamente Dios quien se goza en nosotros, si entendemos el
mensaje del profeta referido, místicamente a cada uno de los que nos abrimos a
su gracia divina.
De todas formas será bueno que en este día,
con la liturgia, meditemos en la alegría que Dios puso en nosotros cuando nos
regaló su gracia.
- Sofonías
Profeta poco conocido, Sofonías nos trae
una gran invitación. Se trata de un bellísimo párrafo lleno de optimismo por el
cual el profeta promete la verdadera alegría y el triunfo al pueblo del Señor.
El motivo fundamental de este gozo es Dios
mismo, del cual habla en estos bellísimos versículos:
“¡No temas! ¡Sión, no
desfallezcas! El Señor tu Dios está en medio de ti, valiente y salvador; se
alegra y goza contigo, te renueva con su amor; exulta y se alegra contigo como
en día de fiesta”.
Los exegetas nos dicen que la Palabra exulta
se puede entender como baila”.
Qué maravilloso es saber que lo que Dios
dice en el Antiguo Testamento sobre Sión, la Iglesia se lo aplica a ella misma
y a cada uno de los que viven teniendo conciencia de que llevan a Dios en su
corazón.
- Salmo responsorial
No es prpiamente un salmo sino que está
tomado de Isaías.
Como estribillo repetiremos: “Qué grande es en medio de ti el Santo de
Israel”.
Es una hermosa invitación a confiar en el
Señor. Les invito a meditarlo juntamente con la reflexión de Sofonías.
- San Pablo
Nos pide orar en todo momento.
La fuente de la vida sobrenatural y en
concreto de la oración, es la alegría. La oración brota del corazón que ama y
el corazón que ama siente alegría.
Pero no se trata de cualquier alegría
puramente externa, sino de la alegría del Espíritu. Aquella que vivía Jesús mismo
y que San Lucas nos cuenta que el público percibió cuando el Señor orando al Padre, “lleno de alegría en el Espíritu Santo exclamó…”.
Con esa alegría pide Pablo: “estad siempre alegres en el Señor”.
Pablo quiere que presentemos nuestras
peticiones unidas a la acción de gracias.
Pedir, agradecer y confiar producen la paz
que “llenará nuestros corazones y nuestra
mente en Cristo Jesús”.
No olvides: ora, reza… con la alegría del
Espíritu Santo y sentirás un gozo inefable.
- Verso aleluyático
Recuerda siempre:
Desde al bautismo el Espíritu del Señor
está sobre ti, para que vayas a anunciar el Evangelio a todos y en especial a
los pobres.
Ten presente que desde el bautismo estás
configurado con Jesús y como Él debes evangelizar:
“Vayan por todo el
mundo y prediquen el Evangelio a toda la creación”.
- Evangelio
Juan Bautista se ha tomado en serio su
papel de precursor preparando los caminos del Señor y evangelizando.
Su vida de sacrificio y su celo ardiente
atrae a las multitudes, y a todos los va orientando con sus consejos:
+ Compartir lo que uno no necesita: ropas,
alimentos, etc.
De esta manera se adelanta a las obras de
misericordia que enseñará Jesús.
+ A los recaudadores de impuestos:
Que no pidan más de lo estipulado por la
ley.
+ A los militares:
Que no extorsionen a nadie y se contenten
con el sueldo.
Así iba enseñando a todo el pueblo y “anunciando el Evangelio”.
Pastor celoso y humilde, Juan se presenta
con sencillez haciendo resaltar la presencia de Jesús que viene con el fuego
del Espíritu Santo.
Es Jesús quien bautiza y realiza la obra de
la salvación. Nosotros todos, como Juan, somos servidores y preparamos sus
caminos.
También tú.
No lo olvides.
José Ignacio Alemany Grau