SI DIOS TE LLAMA… ¡DI QUE SÍ!
Al principio del tiempo ordinario la
liturgia nos presenta a Jesús buscando las primeras vocaciones. Y como eran
discípulos de Juan bien preparados, inmediatamente siguieron al Maestro.
Aprovechando el tema la liturgia nos habla
también de la llamada de Dios a Jonás quien tuvo dos respuestas bien distintas,
como veremos.
Por su parte Pablo nos dirá que nos
apresuremos porque el tiempo pasa rápido.
- El profeta Jonás
El libro de Jonás es una parábola en la que
podemos admirar la misericordia de Dios con todos los pueblos y la mezquindad
de algunos apóstoles del Señor.
Por dos veces habla el Señor a Jonás,
pidiendo que predique la conversión en Nínive.
La primera vez Jonás se asusta y toma un
barco que en vez de acercarle a Nínive le lleva a la lejana Tarsis, lo que hoy
corresponde a Sevilla en España.
Un gran pez se merienda al profeta y lo
devuelve a tierra firme.
De nuevo el Señor pide a Jonás que predique
la conversión de Nínive y ahora ya no se puede negar.
Predica: “Dentro de cuarenta días Nínive será arrasada”.
Todos hacen penitencia.
Dios los perdona.
El único que queda triste es Jonás.
Su orgullo no le permite conformarse al ver
cómo su predicación no ha quedado
cumplida.
Dios le da la lección del ricino que resume
lo miserables que somos los hombres ante la misericordia de Dios.
La gran enseñanza de hoy es que la
misericordia va más allá de los límites del pueblo de Israel, aun en el Antiguo
Testamento.
Otra gran enseñanza es que debemos ser dóciles
a la llamada de Dios porque siempre nos irá mejor.
- Salmo 24
El salmo responsorial nos invita a pedir la
misericordia del Señor “porque tu ternura
y tu misericordia son eternas” y nos invita a confiar siempre en la bondad
del Señor.
- San Pablo
Nos invita a meditar que el tiempo es
huidizo, como se lee en algunos relojes antiguos: “Tempus fugit” (“el tiempo
huye”). Sí. Se nos escapa de las manos.
A veces nos “aburrimos”, otras “matamos el
tiempo”, o decimos “no tengo nada que hacer”…
Pablo enseña que “el tiempo es apremiante” y saca unas conclusiones que nos pueden
parecer chocantes, sobre todo algunas.
Pero será bueno que las pensemos y termina
con una frase que nos recuerda el título del auto sacramental de Calderón de la
Barca “El gran teatro del mundo”.
Pablo termina así: “La representación de este mundo se termina”.
- Verso aleluyático
Viene a completar lo que justifica más aún
las palabras de San Pablo. Es un motivo para aprovechar el tiempo para nuestra
conversión, tanto personal como de los que se encuentren cerca de nosotros:
“Está cerca el Reino
de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.
- Evangelio
La lectura de hoy tiene dos partes.
En la primera San Marcos (no olvidemos que
él es el evangelista que nos acompaña en este ciclo B) hace el resume de la
predicación de Jesucristo que está de acuerdo con las primeras reflexiones de
hoy:
“Se ha cumplido el
plazo, está cerca el Reino de Dios: convertíos y creed en el Evangelio”.
Esto nos lo recordará muy pronto el
miércoles de ceniza que ya está cerca.
En la segunda parte Jesús empieza a buscar
discípulos en el entorno del Lago de Galilea donde pasará el mayor tiempo de su
apostolado.
Lógicamente muchos de ellos serán
pescadores porque ese era el modo de ganarse la vida en los pueblecitos
cercanos al mar de Tiberíades.
Primero llama a dos hermanos, Simón y
Andrés y para llamarlos aprovecha su mismo trabajo diciéndoles:
“Venid conmigo y os
haré pescadores de hombres”.
Más adelante encuentra otros dos hermanos,
hijos de Zebedeo, que trabajaban en familia.
Jesús los llama también y ellos “dejaron a su padre Zebedeo en la barca con
los jornaleros y se marcharon con Él”.
Qué hermosa manera de llamar y de seguir al
Señor.
Amigo, si hoy escuchas la voz del Señor, recuerda
una vez más que seguirle a Él será tu felicidad y harás mucho bien.
José Ignacio Alemany Grau, obispo