TÚ NO ERES TUYO
Me imagino que ya te has fijado que este
año la cuaresma comienza el catorce de febrero y por tanto la Pascua será el
uno de abril, muy pronto por cierto.
Como sabes, la Pascua se celebra el día que
cae la luna llena de Nisán (abril) que en 2018 coincide con el 31 de marzo.
Ahora ya estamos en el tiempo ordinario. El
primer domingo no lo hemos celebrado y hoy comenzamos con el segundo de este
tiempo.
Veamos algunos pensamientos que nos ayuden
a sacar el fruto de las lecturas de este día que pertenece al ciclo B.
San
Pablo
Quizá te extraña mi título, pero no me lo
he inventado yo sino que es el apóstol Pablo quien explica a los Corintios cómo
el cristiano pertenece a Cristo y no a sí mismo.
La razón es muy simple:
Jesucristo nos ha comprado con su sangre y
así nos rescató de la propiedad que tuvo sobre nosotros el pecado de nuestros
primeros padres.
Pablo dice así:
“No os poseéis en
propiedad, porque os han comprado pagando un precio por vosotros”.
Pero todavía hay algo mucho más hermoso:
Jesucristo, con su muerte y resurrección,
nos ha hecho suyos y no solamente nuestra alma sino también nuestro cuerpo:
“¿No sabéis que
vuestros cuerpos son miembros de Cristo?”
Y Pablo todavía da más fuerza a esta otra
expresión:
“¿No sabéis que
vuestro cuerpo es templo del Espíritu Santo? Él habita en vosotros porque lo
habéis recibido de Dios”.
En medio de tanta corrupción es bueno que
volvamos la mente y el corazón a este párrafo de San Pablo que nos enseña que
nuestro “cuerpo no es para la fornicación
sino para el Señor”.
La conclusión que saca el apóstol en este
parrafito será bueno que también la saquemos nosotros:
“Por tanto glorificad
a Dios con vuestro cuerpo”.
No
te he llamado yo
El pequeño Samuel duerme cerca del sumo
sacerdote Elí. Oye que lo llaman y acude por tres veces al sacerdote, en plena
noche, diciendo: “Aquí estoy; vengo
porque me has llamado”.
Por una parte admiramos la sencillez del
niño que por tres veces acude de inmediato a lo que él cree que es un llamado
del sumo sacerdote.
Por otra parte, Elí nos da una lección
cuando en vez de molestarse con el niño que lo ha despertado tres veces, le
dice con sencillez:
“Anda, acuéstate; si
te llama alguien responde: habla Señor que tu siervo escucha”.
Me permito hacerte reflexionar para que te
des cuenta si tú te aprovechas a veces de las personas o más bien piensas que
el papel de todo evangelizador (y tú eres evangelizador) es llevar los hombres
a Dios; y tú lo haces así.
Salmo
responsorial (39)
El salmo pone el eje de la perfección hacia
la que debemos tender todo el año.
La carta a los Hebreos recogerá esta misma
frase que nosotros debemos hacer vida nuestra como lo hizo Jesús:
“Aquí estoy, Señor,
para hacer tu voluntad”.
Ten presente que este es precisamente uno
de los grandes salmos mesiánicos que resume la misión de Jesucristo.
Evangelio
El Evangelio nos sumerge en el ambiente
precioso de las primeras vocaciones que reunió Jesús para formar “el colegio
apostólico”.
Nosotros también, a la hora de evangelizar,
debemos aprender a buscar personas que se ilusionen por la Persona de Cristo y
su mensaje y evitar siempre ser nosotros mismos los protagonistas. Para esto el
gran modelo será siempre Juan Bautista.
Él pudo hacer un numeroso colegio
apostólico y posiblemente lo hizo.
Pero no era para atraer las personas hacia
sí, sino para preparar buenos apóstoles para Jesucristo.
Al final del Evangelio leemos un detalle
que hoy quiero resaltar:
Cuando Andrés llevó a su hermano Pedro hasta
Jesús, éste se le quedó mirando y le dijo:
“Tú eres, Simón, el
hijo de Juan; tú te llamarás Cefas (que se traduce Pedro)”.
Qué importante es el nombre para toda
persona.
No podemos oír una palabra que más nos
llame la atención y se nos grabe que nuestro propio nombre.
En la Biblia, además del significado que
tiene para cada uno su nombre, significa también la misión que se le concede a
uno. Este es el caso de Pedro que será en adelante la piedra sobre la que el
Señor construirá su Iglesia.
José Ignacio Alemany Grau, obispo