La liturgia en este tiempo de cuaresma insiste mucho en la conversión. El motivo fundamental que suele repetirnos es la cercanía del reino.
- Génesis
En este día el
Génesis nos recuerda la primera alianza conocida después del diluvio:
Hay una alianza
incomprensible entre Dios y Noé con sus descendientes y con todos los animales
que le acompañaron.
Esta es la promesa:
«Yo hago un pacto con vosotros y con vuestros descendientes».
El pacto consistirá
en que no habrá otro diluvio universal.
El signo que Dios
da de esta alianza es el arco iris que ya existía cuando el agua y el sol se
cruzaban en la atmósfera. Esta belleza la aprovecha Dios para dejarla como
recuerdo de su alianza:
«Cuando traiga nubes sobre la tierra aparecerá en las nubes el arco y recordaré mi alianza con vosotros…».
- Salmo 24
Canta la
misericordia de Dios que invocamos confiadamente y nos invita a permanecer
fieles a la alianza que Dios celebró en el Antiguo Testamento y la celebra
ahora con nosotros por medio del bautismo:
«Tus sendas, Señor,
son misericordia y lealtad para los que guardan tu alianza».
Pedimos a Dios el
regalo de conocer sus caminos para caminar por ellos hacia nuestra salvación:
«Señor, enséñame tus caminos, instrúyeme en tus sendas: haz que camine con lealtad. Enséñame porque tú eres mi Dios y Salvador».
- San Pedro
Es bueno que al
comienzo de la cuaresma meditemos las enseñanzas de San Pedro porque en estos
días vamos a caminar hacia la Pascua. Vamos con Jesús que «como era hombre
lo mataron; pero como poseía el Espíritu fue devuelto a la vida».
San Pedro recuerda el pacto de Dios con Noé, que ahora para nosotros se realiza en el sacramento del bautismo que no es «limpiar una suciedad corporal, sino impetrar de Dios una conciencia pura por la resurrección de Jesucristo…».
- Versículo de aclamación
Hay que tener en
cuenta que no es lo más importante el pan material, sino que necesitamos
siempre el alimento de la Palabra de Dios:
«No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios».
- Evangelio
La enseñanza de San
Marcos de hoy es uno de los párrafos más breves de los evangelios dominicales,
pero con una gran cantidad de pensamientos que les invito a meditar, a nivel
personal, en este primer domingo de cuaresma:
+ El Espíritu Santo
«empujó a Jesús al desierto». Fijémonos cómo Jesús, en su vida mortal,
fue siempre conducido por el Espíritu Santo según el plan de Jesús mismo: «He
aquí que vengo, Padre, para hacer tu voluntad».
+ Estuvo cuarenta
días en el desierto «dejándose tentar por satanás».
+ Todo ese tiempo
lo pasó «entre alimañas».
+ Pero al mismo
tiempo, los ángeles servían a Jesús.
+ El evangelista
enseña que cuando arrestaron a Juan, Jesús se marchó a Galilea para
evangelizar.
+ El mensaje que
Jesús proclamaba era: «Se ha cumplido el plazo, está cerca el reino de Dios:
convertíos y creed en el Evangelio».
Esta es la actitud
bíblica que nos pide la liturgia para toda la cuaresma: El cambio de vida y la
profundización en el conocimiento del Evangelio que Jesús proclamó, llevándolo
a la práctica.
José Ignacio Alemany Grau, obispo