Se
trata de que Jesús sea el Señor y nosotros sus servidores fieles.
Aunque
los títulos no son tan importantes, hay que pensar, en primer lugar, en la
vivencia de San Pablo, el gran apóstol.
Para
él “Jesús es el primero en todo”.
Para
nosotros también esto debe ser una realidad, como repetimos en nuestra
asociación católica Evangelización Siempre.
De
todas maneras, para la liturgia, el título de esta festividad se refiere a su
realeza. De hecho Jesús habló muchas veces del Reino y el Antiguo Testamento
también ve en el rey un predecesor del Mesías.
No
olvidemos, pues, que el título puede cambiar pero que nuestro corazón esté
claro:
En este mundo de tinieblas necesitamos seguir a Jesucristo que es “la Luz del mundo”.
- Prefacio
Nos presenta, apoyado por el concilio Vaticano II, en qué consiste el reino de Jesucristo y dice que su finalidad es: “consumar el misterio de la redención humana y someter al poder del Padre la creación entera, entregando a su Majestad infinita un reino eterno y universal: el reino de la verdad y la vida, el reino de la santidad y la gracia, al reino de la justicia, el amor y la paz”.
- Ezequiel
El
profeta nos habla hoy de Dios que se manifiesta como el buen pastor:
“Yo mismo en persona buscaré
a mis ovejas, siguiendo su rastro, como sigue el pastor el rastro de su rebaño
cuando las ovejas se dispersan… Yo mismo apacentaré mis ovejas…”.
Es esta una de las facetas de Cristo Rey que dijo de sí mismo: “Yo soy el buen pastor”.
- Salmo responsorial
Se
trata del salmo 22 tan conocido.
Pero
no lo dejemos de lado por conocerlo, sino más bien procuremos aplicarlo a
Jesús, Buen Pastor, y a nosotros mismos como dóciles ovejas que le siguen
seguras, de que nada nos faltará.
“El Señor es mi pastor nada me falta, en verdes praderas me hace recostar”.
- San Pablo
Después
de afirmar la resurrección de Cristo y cómo nos ha salvado a todos, dice el
apóstol:
“Cristo tiene que reinar
hasta que Dios haga de sus enemigos estrado de sus pies”.
Y
al final del parrafito de hoy, añade:
“Cuando todo esté sometido,
entonces también el Hijo se someterá a Dios, al que se lo había sometido todo.
Y así Dios lo será todo para todos”.
De esta manera Jesucristo, como hombre verdadero que es, también se somete al Padre lo cual para nosotros no deja de ser un misterio en el que creemos porque el mismo Hombre Jesús también es Dios verdadero.
- Verso aleluyático
Refiriéndose
a unas palabras de San Marcos, nos enseña que Jesucristo es la personificación
del Reino de David:
“Bendito el reino que llega, en nombre del Señor, el de nuestro padre David”.
- Evangelio
Es
nuestro muy citado capítulo 25 de Mateo en el que Jesús mismo se presenta con
toda su gloria rodeado de ángeles y sentado en su trono como Rey del mundo
entero.
Es
Él mismo el que, llamándose Rey, felicitará a los fieles con esas palabras
llenas de misericordia y bendición:
“Venid, benditos de mi padre,
heredad el reino…”
En
cuanto a los malos, “el rey les dirá:
apartaos de mí malditos”.
El
motivo más importante para esta sentencia, según el mismo Jesucristo, que
justifica a unos y condena a otros, es el haber tratado o no con caridad a los
hambrientos, enfermos, encarcelados… porque en cada uno de ellos está Jesús:
“Lo que hicisteis a cada uno
de estos, mis humildes hermanos, conmigo lo hicisteis”.
Este
domingo nos enseña el camino que hemos de seguir para que el día del juicio sea
el más alegre de todos los días de nuestra vida:
Si
somos fieles, será el triunfo de Jesús y el de cada uno de nosotros.
Terminamos
saludando y agradeciendo a San Mateo por habernos acompañado durante el ciclo
A, mostrándonos el rostro de Jesús a través de su Evangelio.
José Ignacio Alemany Grau, obispo