LO QUE IMPORTA ES LA SALUD
En
este domingo XXVIII del tiempo ordinario veremos los milagros del Señor.
Con
frecuencia oímos decir “la salud, sobre todo”. De hecho tienen razón. Sin ella
no podemos trabajar ni hacer muchas cosas que quisiéramos.
Por
lo demás no todos conocen el valor del sufrimiento y de la enfermedad con los
que muchas personas se han santificado en la Iglesia de Jesús.
- Libro II de Reyes
Algunos
no saben que Eliseo hacía muchos milagros. Pues sí; fue un gran taumaturgo. Hoy
recordamos uno de los más famosos.
Naamán
se baña en el río Jordán según le ha pedido el profeta.
Con
el séptimo baño recobra la salud y “su
carne quedó limpia de la lepra, como la de un niño”.
Vuelve
al profeta y le hace una oferta, pero él le contesta:
“¡Vive Dios a quien sirvo! No
aceptaré nada”.
Entonces
el general sirio pide llevar tierra, “la
carga de un par de mulas, porque en adelante tu servidor no ofrecerá
holocaustos ni sacrificios a otros dioses fuera del Señor”.
Ahí
termina la lectura. Pero será bueno conocer lo que hizo el criado de Eliseo.
Este hombre siguió a Naamán corriendo y le pidió un talento de plata y dos
mudas que quería su amo para unos visitantes que iba recibir.
Naamán
le dio dos talentos y dos mudas con lo que el criado regresó feliz dejando las
cosas en su casa y se presentó tan tranquilo ante Eliseo quien le adivinó lo
que había hecho y le castigó con la lepra de la que había librado a Naamán.
Es
una pena que tan frecuentemente los seres humanos nos aprovechemos de todo y de
todos, olvidando nuestra dignidad humana y sobre todo cristiana.
- Evangelio
El
Evangelio nos cuenta cómo Jesús iba de camino a Galilea. Al entrar en un pueblo
diez leprosos le piden que tenga compasión de ellos.
Jesús
les manda presentarse ante el sacerdote y por el camino se curan de la lepra.
De entre ellos solo uno vuelve para darle las gracias a Jesús. Precisamente se
trata de un samaritano que vuelve para glorificar a Dios por el milagro que le
ha hecho. Jesús le felicita y dice:
“Levántate, vete; tu fe te ha
salvado”.
Pero
Jesús manifiesta su sorpresa porque de los diez, solo un extranjero vuelve a
agradecerle.
Es
claro que la salud es muy importante. Lo hemos visto en estos milagros de la
curación de la lepra, pero habría que preguntarse: ¿cómo andamos de gratitud?
Son
once curados y solo dos agradecen.
Por
un lado vimos la gratitud de Naamán que renuncia a los dioses falsos porque ha
reconocido que el Dios del pueblo escogido lo ha curado.
También
de los diez leprosos. Uno de ellos vuelve a agradecer. ¿Y los otros nueve?
Frecuentemente
nos sucede a nosotros algo parecido. A la hora de pedir vamos todos y a la hora
de agradecer… nos olvidamos.
- San Pablo
Habla
a Timoteo y pone a Jesucristo como centro de su vida. Esta debe ser la gran
lección para todos nosotros. Pablo por Cristo aguanta todo, para la salvación
de todos los que Jesús ha escogido. Y después de haber vivido solo para Él, el
apóstol completa su doctrina con estas hermosas palabras que son todo un
programa de vida:
“Si morimos con Cristo
viviremos con Él, si perseveramos reinaremos con Él. Si lo negamos también Él
nos negará”. Como dice el
mismo Jesús en el Evangelio. “Pero si somos infieles Él permanece fiel…”.
Si
Cristo realmente es el centro de nuestra vida nos fiaremos de Él al pedir, le
agradeceremos cuando nos da y en todo momento entenderemos estas palabras
también de Pablo:
“Dar gracias en toda ocasión:
esta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús respecto de vosotros”.
Qué
importante es la gratitud con Dios y con los hombres en especial por los que se
sacrifican por nosotros, sobre todo los padres.
- Salmo responsorial
Terminamos
ahora recordando la invitación el salmo 97 que nos invita a la gratitud:
“Cantad al Señor un cántico
nuevo, porque ha hecho maravillas, su diestra le ha dado la victoria… Aclama al
Señor tierra entera, gritad, vitoread, tocad”.
José Ignacio Alemany Grau, obispo