UN DOMINGO PARA PEDIR SABIDURÍA
De la ignorancia
de los católicos surgieron las sectas. Por eso la Iglesia nos enseña que la
única manera de vencer esos errores es evangelizar para que se conozcan bien
las enseñanzas de Jesucristo y qué es su Iglesia.
- Libro de la Sabiduría
Hoy leemos:
“Supliqué y se me concedió la prudencia. Invoqué y vino a
mí el espíritu de sabiduría.
La preferí a cetros y tronos y en su comparación tuve en
nada la riqueza”.
Un día Salomón,
para estrenar su reinado, le pidió a Dios que le concediera sabiduría y tanto
le gustó al Señor esa petición que junto con ella le dio también toda clase de
riquezas.
Esto mismo ha
hecho que este libro de la Sabiduría, escrito casi cinco siglos más tarde que la
vida de Salomón, se le atribuya a aquel sabio rey, hijo de David.
Sabemos que la
sabiduría en la Iglesia se la identifica también con la segunda Persona de la
Santísima Trinidad que es Jesucristo y que sellamó a sí mismo “la Verdad”.
Tengamos
presente hoy estas palabras de Santiago:
“Si alguno de vosotros carece de sabiduría, pídasela a
Dios, que da a todos generosamente y sin reproche alguno, y Él se la concederá…
La sabiduría que viene de lo alto es, en primer lugar,
intachable, y además es apacible, comprensiva, conciliadora, llena de
misericordia y buenos frutos, imparcial y sincera”.
En estos tiempos
de tanta confusión unámonos a la liturgia para pedir a Dios la sabiduría para
todos los hombres de buena voluntad.
- Salmo responsorial 89
Nos invita
también a pedir a Dios un corazón sensato que es fruto de la misericordia:
“Enséñanos a calcular nuestros años para que adquiramos
un corazón sensato”.
Así surgirá en
nosotros la verdadera alegría:“Y toda nuestra vida será alegría y júbilo”.
- Carta a los Hebreos
Podemos decir
que aquí se identifica la Sabiduría con la Palabra, puesto que es siempre la
Palabra de Dios la fuente de donde proviene todo conocimiento espiritual.
Sobre esta
Palabra leemos:
“La Palabra de Dios es viva y eficaz, más tajante que
espada de doble filo… juzga los deseos e intenciones del corazón… No hay
criatura que escape a su mirada. Todo está patente y descubierto a los ojos de
aquel a quien hemos de rendir cuentas”.
- Evangelio
Nos da, entre
otras, tres enseñanzas:
+ Un hombre se
arrodilla ante Jesús. Quiere conocer el camino que lleva a la vida eterna.
Jesús le da una
doble respuesta.
La primera es para
todos, guardar los mandamientos:
“No matarás, no cometerás adulterio, no robarás, no darás
falso testimonio, no estafarás, honra a tu padre y a tu madre”.
La segunda va
dirigida para los que quieren seguir un camino de perfección: el
desprendimiento de todo y el seguimiento de Jesús.
+ Aquel hombre
se va triste porque era rico.
Jesús advierte: “¡qué difícil les es entrar al Reino de Dios
a los que ponen su confianza en el dinero!”
Los apóstoles se
extrañan ya que en la Escritura tantas veces se habla de las riquezas como un
signo de la bendición de Dios. Así bendijo Dios a Job después de todas sus
pruebas.
Lucas dice que
se espantaron los apóstoles y comentaban:
“¿Entonces quién puede salvarse?”
Jesús completa:
“Es imposible para los hombres, no para Dios”.
+ La última
parte de este párrafo evangélico nos muestra a Pedro diciendo a Jesús:
“Ya ves que nosotros lo hemos dejado todo y te hemos
seguido”.
Jesús les
promete cien veces más en este mundo y después la vida eterna.
Será San Marcos
quien complete lo que Jesús contestó aquel buen día:
“Con persecuciones”.
Aprovechemos el
día de hoy para enriquecernos con estas enseñanzas y pedir a Dios un corazón
sabio que conozca la verdad y la pueda compartir.
José
Ignacio Alemany Grau