31 de julio de 2021

LA EUCARISTÍA Y LA PALABRA

“No solo de pan vive el hombre sino de toda palabra que sale de la boca de Dios”.

Esto nos va a recordar el verso aleluyático.

No se trata de algo que nos puede parecer o no. Es cuestión de vivir de la vida nueva que nos trajo Jesús cuando el Padre nos lo envió.

  • Éxodo

El pueblo se queja a Dios desesperadamente y en realidad tenía razón, pues aunque desterrado de su patria, en Egipto tenía buena comida, fruto de su propio trabajo y ahora, en medio de la arena del desierto, la echa de menos.

Dios fue misericordioso con ellos y les ofreció el doble alimento que lloraban en sus peticiones: maná y carne abundante.

El maná suelen decir que era un polvo especial que da una planta del desierto llamada Tamarisco y que se amasaba para elaborar pan y, por otra parte, bandadas de codornices migrantes que Dios hizo sobrevolar en el campamento de los israelitas.

De todas formas no era fácil que todo un pueblo comiera y bebiera durante una temporada en pleno desierto.


  • Salmo 77

Este salmo recuerda el maná como un regalo especial de Dios y lo llaman “pan del cielo”:

“Hizo llover sobre ellos maná, les dio trigo celeste. Y el hombre comió pan de ángeles, les mandó provisiones hasta la hartura”.

  • Efesios

Nos enseña San Pablo cómo debe ser el hombre nuevo que ha venido a buscar el Redentor.

De hecho se trata del fruto de la entrega total del Hijo de Dios, es decir, que debe vivir como fue creado al principio, a imagen y semejanza de Dios. Y no como el “hombre viejo” fruto del pecado.

Por eso hoy nos pide San Pablo que tengamos muy presente que no debemos vivir como paganos, como si Jesús no hubiera venido a redimirnos, sino abandonar la vida anterior.

Esto supone vivir dando la espalda a la mentira y vivir según la Verdad, que es el mismo Jesucristo, recordando que somos miembros unos de otros.

Y concretando más todavía, dice:

“Si os indignáis no lleguéis a pecar. No se ponga el sol sobre vuestra ira. No deis ocasión al diablo”.

En una palabra, el apóstol pide que nos renovemos en la mente y en el corazón para revestirnos de la nueva condición humana creada a imagen de Dios.

  • Evangelio

Es una auténtica discusión entre los judíos y Jesús.

Comienza Jesús advirtiendo al pueblo que lo sigue por puro interés, ya que les dio de comer abundantemente. Ahora les pide que hagan las obras de Dios, es decir, creer en el que Dios ha enviado, Jesucristo.

Una vez más piden ellos algún signo para creer haciendo algo así como Moisés que les dio el maná.

Pero Jesús aclara que no fue Moisés quien les dio el maná sino “que es mi Padre quien os da el verdadero pan del cielo”.

Ellos le piden: “Señor, danos siempre de este pan”.

Y el párrafo de hoy termina diciendo estas palabras de Jesús:

“Yo soy el pan de vida. El que viene a mí no pasará hambre y el que cree en mí nunca pasará sed”.

Quiero terminar en este día recordando al gran doctor de la Iglesia san Alfonso María de Ligorio e invitarles a leer lo más posible de sus escritos con los cuales, gracias a Dios, nos hemos ido formando la mayor parte de nosotros que lo invocamos como nuestro patrono y protector.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

24 de julio de 2021

EN TODO TIEMPO HAY HAMBRIENTOS


 Si el domingo pasado recordamos al Buen Pastor, hoy invocamos y agradecemos la caridad de este Buen Pastor que nos dio su propio cuerpo como alimento y su propia sangre como bebida, para que nos sirvan para la vida eterna.

  • 2 Reyes

El gran taumaturgo del Antiguo Testamento, es decir, el que hace frecuentes milagros, ha sido Eliseo, discípulo que recibió el espíritu de Elías. Hizo muchos.

Hoy la liturgia nos recuerda uno muy especial que fue signo concreto realizado con unas primicias:

Un campesino le llevó veinte panes de cebada y unos granos.

El profeta le pide al mismo campesino que lo distribuya todo entre la gente que está allí.

Él, extrañado, responde:

“¿Qué es esto para cien personas?”

Algo así como le dijeron a Jesús cuando quiso que dieran de comer a toda la multitud que tenían delante, con unos pocos panes y peces.

Por su parte Eliseo contesta:

“El Señor dice comerán y se saciarán”.

Así sucedió:

Comieron todos y sobró.

Aquí tenemos que admirar dos cosas en Eliseo:

Su santidad y el poder que le dio el Señor que, en este caso, lo utilizó como un gran signo de la Eucaristía que con el tiempo consagraría Jesucristo en el cenáculo.

  • Salmo 144

Nos invita a admirar cómo Dios actúa como providencia en el Antiguo Testamento porque el Señor “abre la mano y sacia de bienes” a toda la humanidad.

Por ese motivo la humanidad entera vive pendiente de la generosidad de Dios… todos pendientes de Él y lo invocan. El salmo termina diciendo:

“Tus preceptos son admirables, por eso los guarda mi alma. La explicación de tus palabras ilumina y da inteligencia a los ignorantes”.

  • San Pablo

En su carta a los romanos nos asegura cuál es la maravillosa riqueza que Dios nos ha regalado. Meditamos con gratitud la maravilla que nos da la gracia del bautismo. En el Espíritu Santo que entonces recibimos tenemos, entre otras, estas riquezas:

“Un Señor, una fe, un bautismo, un Dios Padre de todos que lo trasciende todo y lo penetra todo y lo invade todo”.

Una gran meditación para cada uno de nosotros: tanta riqueza nos ha dado el Señor y todas estas maravillas existen en nuestro interior.

  • Verso aleluyático

Cuando Jesús resucitó al hijo de la viuda de Naín, la multitud repite comentando:

“Un gran profeta ha surgido entre nosotros… Dios ha visitado a su pueblo”.

Así resalta hoy la liturgia con su aleluya los grandes milagros que refuerzan el poder de Dios, tanto en el Antiguo como en el Nuevo Testamento.

  • Evangelio

Salió Jesús de un lado del lago y llegó a la otra orilla.

Subió a la montaña. Se encuentra Jesús con una multitud y sucede una situación similar a la de Eliseo:

Jesucristo siente pena y pregunta. Felipe contesta:

“Ni con doscientos denarios bastaría para que cada uno coma un pedazo”.

Jesús ordena:

“Decid a la gente que se siente en el suelo”, donde había mucha hierba.

Jesucristo bendice el pan y reparten entre los cinco mil hombres. Comen y se sacian.

Jesús manda recoger los trozos sobrantes para cuidar que nada se pierda.

Aquí tenemos una buena enseñanza de Jesús: Nada justifica el derecho a derrochar por tener en abundancia.

Cuando ve Jesús que desean proclamarlo rey porque se han quedado admirados de que les dé de comer sin trabajar… se esconde Él solo en la montaña.

Va al encuentro tan frecuente con su Padre.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

17 de julio de 2021

SEAMOS FIELES AL BUEN PASTOR

 

En este domingo dieciséis, en el ciclo B, celebramos un domingo del Buen Pastor y a esto se nos invita en las lecturas.

Meditemos con profundidad la responsabilidad que tenemos ante Jesucristo tanto los pastores como las ovejas.

  •  Jeremías

Nos presenta como un desahogo del buen pastor que es Dios y se preocupa por su pueblo Israel. Dice así:

“A los pastores que pastorean a mi pueblo”, es decir a aquellas personas que de una u otra forma enseñan al pueblo la Ley de Dios y cómo caminar hacia Él:

Pide cuentas de lo mal que han tratado a las ovejas que Dios les ha confiado y les hace responsables de tantas ovejas que se han apartado de Dios.

Por otra parte, pide también a las ovejas que no descuiden las enseñanzas que Dios mismo les dará a través de pastores buenos y sacrificados y sobre todo promete que un día llegará el gran Pastor que será su propio Hijo y que hará justicia y derecho en toda la tierra.

Incluso llega a llamarlo con este nombre compuesto “el Señor nuestra justicia”.

  • Salmo 22

Se trata del salmo tan querido en el Antiguo y en el Nuevo Testamento y que en gran parte sabemos de memoria. Es como una convicción de la cercanía con que Dios nos cuida a todos nosotros:

“El Señor es mi pastor, nada me falta. En verdes praderas me hace recostar… Él me guía por el sendero justo”.

Teniendo a Dios nada temo.

Qué hermoso repetir varias veces en el día las primeras palabras del salmo y confiarnos al cariño del Buen Pastor.

  • San Pablo

En su carta a los Efesios el apóstol nos habla del mismo Buen Pastor, Jesús, que como tal ha unido a los dos pueblos, los israelitas con los paganos, derribando con su propio cuerpo “el muro que los separaba, el odio”.

Él, con sus reglas y normas, regalo del Evangelio, nos ha reconciliado a todos los hombres.

De esta manera todos podemos acercarnos al Padre, gracias a Jesucristo, con un mismo Espíritu Santo.

Esa es la obra del Buen Pastor que dio la vida por todos.

  • Verso aleluyático

Este versículo nos recuerda la relación entre las ovejas y el pastor, con estas palabras de Jesús:

“Mis ovejas escuchan mi voz y yo las conozco y me siguen”.

  • Evangelio

Narra el regreso de los apóstoles después de su misión. Se reúnen todos con Jesús y cuentan con sencillez todo lo que han hecho y cómo les ha ido durante la predicación.

El Buen Pastor les invita a descansar un tiempo juntos porque no tenían, dice San Marcos, “ni tiempo para comer”.

Así permanecieron descansando y después, Jesús, misionero inquieto, siente lástima al ver cómo le siguen las gentes y advierte el evangelista que “se puso a enseñarles con calma”.

Dos enseñanzas encontramos en este párrafo especial del Evangelio:

+ El hecho de que los misioneros sean inquietos para atender a la gente con calma.

+ El saber compartir cómo les ha ido a la hora de evangelizar. Compartiendo con sencillez el discípulo se siente feliz.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

10 de julio de 2021

LOS PRIMEROS MISIONEROS

No debemos descuidar las primeras enseñanzas que dio Jesús a sus apóstoles para poder servir bien al Reino y de una manera eficaz.

Ante todo debemos buscar siempre la gloria de Dios y no los aplausos de los hombres.


  • El profeta Amós

Fue enviado al reino de Israel, el reino del norte, donde se multiplicaron los dioses falsos e hicieron también un templo a un dios falso.

Él en su humildad enseña que no es un profeta muy reconocido sino un simple pastor a quien Dios ha llamado como una excepción para orientar a todos los que han perdido el horizonte.

Encuentra la oposición del rey y de los sacerdotes que lo insultan y desprecian.

  • Salmo 84

Pide a Dios que muestre su misericordia en tiempo de desorientación.

Será bueno que repitamos mucho este mismo contenido y pensemos que Dios quiere darnos la misericordia que tanto necesitamos:

“Muéstranos, Señor, tu misericordia y danos tu salvación. Dios anuncia la paz a su pueblo y a sus amigos. La salvación está cerca de sus fieles y la gloria habita en nuestra tierra”.

Y ahora se muestra su misericordia y fidelidad, juntándose con la justicia y la paz, hermosas virtudes que encierran la vida que desea el que busca a Dios.

  • San Pablo

El apóstol, en su carta a los efesios, advierte la importancia y grandeza de Jesús para que continuamente lo glorifiquemos.

Que en este domingo meditemos en esa grandeza del Maestro. Aunque no la podamos entender la vivimos en la fe que es la base de todo cimiento espiritual.

“Dios nuestro Creador y Padre de nuestro Señor Jesucristo”, el cual es grande porque posee toda la grandeza de Dios. Él es nuestro Redentor, su sangre es nuestra fortaleza y nuestra paz, porque ha realizado libremente todo el plan de salvación que había proyectado la Santísima Trinidad.

Gracias a la santa Divinidad y al mismo Jesucristo se realizó la redención. En esta obra de redención han actuado las tres Divinas Personas y han intervenido directamente el Hijo y el Espíritu Santo.

Que sea hoy un día de acción de gracias.

  • Verso aleluyático

Pedimos al Padre que ilumine los ojos de nuestro corazón para poder entender la profundidad de la esperanza a que nos llama en la eternidad feliz.

  • Evangelio

Nos muestra a Jesús ofreciendo a los apóstoles sus propios poderes para que se entrenen en la misma misión que les va a confiar.

Entre otras cosas pide:

+ Que vayan de dos en dos para fortalecerse unos y otros al mismo tiempo que dan fortaleza para dar, con potestad, el dominio sobre los posesos y las enfermedades del cuerpo que encuentren.

+ Deben ir sin dinero y desprendiéndose de todo.

+ Si en algún lugar no los acogen, deben ir a otro y desprenderse hasta del polvo del camino que lleven en los zapatos.

Se trata, pues, de un apostolado distinto y desprendido totalmente en el orden del crecimiento espiritual.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo

3 de julio de 2021

A LOS APÓSTOLES LOS ESCOGE DIOS


Dios, a través de los tiempos, busca siempre que los hombres de buena voluntad que lo desean puedan contar con Él para ser auténticos evangelizadores.

  • Ezequiel

Dios llama a Ezequiel. Le advierte que es Él mismo quien lo ha llamado para predicar en Israel. Reconoce que se trata de un pueblo rebelde:

“Sus padres y ellos me han ofendido hasta el presente día. También los hijos son testarudos y obstinados. A ellos te envío”. Por eso Dios ha escogido a Ezequiel para que sea un profeta entre los suyos y Él le va a comunicar sus mensajes.

De ante mano le advierte que no le van a hacer caso, pero al mismo tiempo le asegura que es su voluntad “que haya un profeta del Dios de Israel en medio de ellos”.

Así demuestra Dios la fidelidad a sus promesas.

En nuestro tiempo también con frecuencia hay un pueblo rebelde contra Dios, pero Él mismo no quiere que falten los profetas para la gente de buena voluntad y también para que los rebeldes puedan convertirse.

  • Salmo 122

Nos presenta a los hombres buscando a Dios:

“Nuestros ojos están en el Señor esperando su misericordia… A ti levanto mis ojos, a ti que habitas en el cielo. Como están los ojos de la esclava fijos en las manos de su señora, así están nuestros ojos en el Señor Dios nuestro”.

  • San Pablo

Nos habla de un problema grave que no concreta.

Advierte que tres veces ha pedido al Señor que lo libre de ese “emisario de satanás”, como él lo llama y Dios no atiende a sus súplicas, sino que le dice: “Te basta mi gracia”.

De esta manera nos enseña el apóstol que “la debilidad externa o interna del creyente es el ámbito donde se muestra la fuerza de Cristo”.

En las pruebas y tentaciones confiemos en el Señor y nos librará.

  • Verso aleluyático

Es un resumen de la misión de Jesús que va a ser también la de sus apóstoles:

“El Espíritu del Señor está sobre mí y me ha enviado a evangelizar a los pobres”.

Contemos siempre con el Espíritu de Jesús y será eficaz nuestra evangelización.

  • Evangelio

Se trata de un momento muy duro para el misionero por excelencia, Jesucristo.

Llega a su pueblo y anuncia que Dios lo ha llamado personalmente a evangelizar. Pero lo rechazan:

“¿De dónde saca todo eso? ¿Qué sabiduría es esa que le han enseñado? ¿Y los milagros de sus manos?”

El orgullo no les permite aceptar que un hijo del pueblo a quien no han visto especializarse, venga a enseñarles y a proclamar un mensaje de Dios.

Lo conocieron desde pequeño y nunca lo han visto predicar con autoridad ni hablar de parte de Dios y menos hacer milagros.

El orgullo siempre será una tapadera para que los hombres puedan reconocer una  persona especial entre los suyos, los de siempre.

Y se quedaron sin predicación y sin curaciones de enfermos.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo