Hoy leemos el principio de los Hechos de los Apóstoles que es la historia de los
primeros años de la Iglesia.
Lucas, que escribió el tercer evangelio, es también el autor de los Hechos y comienza resumiendo lo último que escribió en el evangelio.
Lucas, que escribió el tercer evangelio, es también el autor de los Hechos y comienza resumiendo lo último que escribió en el evangelio.
En ambos escritos se dirige a Teófilo, nombre que significa “amado de Dios” y
puede referirse a un personaje concreto o a cada uno de los cristianos que lo
habían de leer, por ejemplo tú o yo.
En esta palabra nos viene un buen mensaje: ¡Amado de Dios!
- Hechos de los Apóstoles
Tengamos presente que aún no había venido el Espíritu Santo.
Cuenta Lucas que en ese momento los apóstoles le preguntaron:
“¿Vas a restaurar ahora el Reino de Israel?”
Jesús por toda respuesta les promete el Espíritu Santo que les dará la fuerza para
ser testigos sin fronteras:
“Evangelizarán en Jerusalén, Judea, Samaría y todo el mundo”.
Sabemos que la palabra “testigo” en griego se dice “mártir” y eso fueron todos los
apóstoles con el poder del Espíritu Santo: Dieron la vida por Cristo.
- San Pablo a los Efesios
El apóstol hoy quiere pedirnos algo muy importante para que cada uno realicemos el
plan de Dios sobre nosotros.
Para esto acude a un título especial que no es el de apóstol (aunque sí lo es él) sino
el de “prisionero por Cristo”.
Este título le da una autoridad muy especial: ¡padecer por el Señor!
¿Y qué quiere San Pablo?
Que todos los cristianos formemos un solo Cuerpo, el Cuerpo de Cristo, en la
unidad de la fe y el amor, formando entre todos el hombre perfecto “a la medida
de Cristo”.
Donde está Cristo, Cabeza de este Cuerpo, debemos estar todos los miembros. Esa
es la meta.
Los consejos que da este prisionero de Cristo son maravillosos y no te los voy a
repetir, pero sí te invito a releer este parrafito de Pablo a los Efesios que nos toca
a todos, cualquiera que sea la misión que Dios nos ha dado a cada uno dentro de su
Iglesia.
No olvidemos que no hay más que un solo Señor, una sola fe, un bautismo y “un Dios,
Padre de todos que está sobre todos, actúa por medio de todos y está en todos”.
En Dios, por medio de Cristo, está nuestra meta, nuestra felicidad y la misión que
debemos cumplir.
- Salmo 46
La Iglesia primitiva veía en este salmo una profecía sobre la ascensión del Mesías.
De todas formas lo podemos entender así y aplicar esta fiesta al triunfo de Jesús
en su ascensión diciendo:
“Pueblos todos, batid palmas, aclamad a Dios con gritos de júbilo.
Dios asciende entre aclamaciones el Señor al son de trompetas. Tocad para Dios,
tocad”.
- Verso aleluyático
- Evangelio
San Marcos, en el ciclo B, nos recuerda la última aparición de Jesús y en este
relato tres puntos importantes:
+ El mandato
“Vayan al mundo entero y proclamen el Evangelio a toda la creación”.
No dice a todos los pueblos o a todos los hombres, sino que incluso la creación
misma debe oír el mensaje evangélico del amor.
+ La ascensión
“Después de hablarles, el Señor Jesús subió al cielo y se sentó a la derecha de
Dios”.
Esto indica que, por ser Jesucristo Dios verdadero, tiene el mismo poder que el
Padre.
+ La salida de los apóstoles a “pregonar el Evangelio por todas partes”.
Y era Dios quien colaboraba con ellos con multitud de milagros que acompañaban su
predicación.
La fe no nos permite estar pasivos:
Nuestra fe es un envío.
Dios nos envía a todos a evangelizar.
- Feliz día mamá
Dios bendiga a cada una de ellas.
José Ignacio Alemany Grau, obispo