Nos cuenta hoy San Marcos que la muchedumbre que acompañaba a Jesús entró en Jerusalén por el camino que según la tradición debía hacer su entrada el Mesías, es decir, el camino de Betfagé y Betania a Jerusalén.
En
aquel momento Jesús mandó a dos de sus discípulos que fueran a traer un borrico
que estaba amarrado a la puerta de una casa. Montó sobre él y fue acercándose a
la ciudad.
La
gente entusiasmada comenzó a aclamarlo y repetían: “Hossana… bendito el que viene en nombre del Señor”.
Sabemos
que la palabra Hossana era una “palabra de petición” en momentos difíciles pero
con el tiempo se repetía como una expresión de alegría. Por otra parte “bendito el que viene en nombre del Señor”
pertenece al salmo, que también repetimos cada día en la santa misa, antes de
que llegue Jesús en la consagración.
La
gente aclamaba con entusiasmo, ponía los mantos en el suelo para que pasara
Jesús en el pollino y arrancaban ramos de olivos y palmas para aclamarlo.
Nos advierte el Papa Benedicto que esta muchedumbre era la que acompañaba a Jesús desde Jericó y fue muy distinta a la que pidió su crucifixión el viernes santo.
- Prefacio
Centra
este domingo en el evangelio sobre la pasión de Jesucristo y por eso nos dice
que Él “siendo inocente se entregó a la
muerte por los pecadores y aceptó la injusticia de ser contado entre los
criminales. De esta forma al morir destruyó nuestra culpa y al resucitar fuimos
justificados”.
En
estas palabras tenemos el resumen no solo de la pasión de San Marcos, sino de
toda la Semana Santa que empieza hoy.
Agradezcamos mucho la generosidad de Jesucristo.
- Isaías
Nos
habla del regalo que le ha hecho el Señor al darle una lengua de iniciado y un
oído de discípulo para aceptar todos los tormentos que deberá padecer como “siervo del Señor”.
No olvidemos que este es el tercer canto del siervo del Señor.
- Salmo 21
Es
el salmo que Jesús repitió en la cruz. Tengamos presente que en varios momentos
de la pasión del Señor y de la última cena aparecen distintos salmos como
oración y sentimientos de Jesús Redentor.
Hoy
rezamos así:
“Dios mío, Dios mío, ¿por qué
me has abandonado?”
Con el salmo se describen los distintos sufrimientos a los que le sometieron sus enemigos.
- San Pablo
En
su Carta a los Filipenses el apóstol nos manifiesta todo el camino de salvación
que siguió Jesús: hacerse hombre, dejando de lado todo el poder infinito que
sigue teniendo como Dios verdadero.
Se
sometió al peor tormento, la muerte de cruz.
Y como nos ha enseñado el mismo Jesús que quien se humilla será enaltecido, San Pablo nos recuerda que el regalo del Padre a Jesús para glorificarlo después de tanta humillación fue darle el nombre que está sobre todo nombre: “es Señor para gloria de Dios Padre”.
- Versículo de aclamación
Es
una antífona que repite varias veces la liturgia tanto en la Eucaristía como en
el Oficio Divino:
“Cristo por nosotros se sometió incluso a la muerte y una muerte de cruz. Por eso Dios lo levantó sobre todo y le concedió el nombre sobre todo nombre”.
- La Pasión según San Marcos
En
este día hay dos lecturas del Evangelio. La primera es antes de la procesión de
ramos a la que aludimos al principio y la otra corresponde a la Pasión contada
por los tres evangelistas sinópticos y en este año del ciclo B nos toca San
Marcos.
El
cuarto relato de la pasión será el viernes y pertenece a San Juan.
Les
invito a meditar, y ojalá en familia, esta larga lectura de Marcos 14,1-15,47.
Vean
juntos hasta dónde ha llegado el amor de un hombre inocente, que además era
Dios verdadero, para salvarnos a nosotros pecadores.
José Ignacio Alemany Grau, obispo