14 de diciembre de 2024

ALEGRÍA POR EL MESÍAS QUE VIENE - Tercer Domingo de Adviento

 

Este tercer domingo de Adviento tradicionalmente se celebra con clima de alegría por la cercanía del Señor.

El domingo se llama «de gaudete», que significa alégrense.

En el fondo, esta alegría está en el Espíritu Santo que nos regala el gozo espiritual reflejado en cada una de las lecturas de este día.

  •  Baruc

El profeta canta la gloria de Dios y la alegría que ella trae a Jerusalén, recordando el sufrimiento pasado del pueblo de Dios en el destierro y cómo ahora su regreso es glorioso:

«¡Alégrate y goza de todo corazón, Jerusalén!».

Y añade: «No temas, Sion. No desfallezcan tus manos. El Señor, tu Dios, está en medio de ti».

No puede haber promesa más maravillosa que esta, que se hará realidad con la llegada del Mesías.

Termina Baruc animando a Jerusalén con estas palabras:

«Dios se goza y se complace en ti. Te ama y se alegra con júbilo como en día de fiesta».

  • Salmo tomado de Isaías 12

Es uno de los cantos más alegres porque canta la alegría de Israel que regresa del destierro:

«¡Gritad jubilosos: qué grande es en medio de ti el Santo de Israel!».

Invita a todos a glorificar al Señor con estas palabras:

«Dad gracias al Señor, invocad su nombre… Proclamad que su nombre es excelso.

Tañed para el Señor que hizo proezas, anunciadlas a toda la tierra».

Esta es la gran alegría que produjo al pueblo de Dios el regreso del destierro a la tierra prometida.

  • San Pablo

El apóstol aprovecha para gritar a los filipenses la alegría de tener a Dios:

«Estad siempre alegres en el Señor; os lo repito, estad alegres».

Entre las manifestaciones de esta alegría pide San Pablo:

«Que vuestra mesura la conozca todo el mundo… El Señor está cerca».

Teniendo a Dios los filipenses no deben preocuparse por nada, sino más bien dedicarse a la oración, a la súplica y acción de gracias.

Quiere el apóstol que las peticiones de los filipenses lleguen a Dios y produzcan «la paz de Dios que sobrepasa todo juicio y custodiará sus corazones y pensamientos en Cristo Jesús».

Buenos motivos para que nosotros aprendamos también a celebrar el gozo de la cercanía de Jesús, siguiendo los consejos de San Pablo.

  •  Evangelio

Nos presenta al Bautista predicando en el desierto. Se le acercan compungidas multitudes de personas que el evangelista Lucas describe en grupos que preguntan:

«¿Todos en general qué hemos de hacer?».

Y el precursor responde:

«El que tenga dos túnicas que se las reparta con el que no tiene y el que tenga comida que haga lo mismo».

En otro momento, los famosos publicanos, que han ido a bautizarse con Juan, escuchan esta respuesta:

«No exijáis más de lo establecido».

A la pregunta que le hacen los militares, Juan responde:

«No hagáis extorsión ni os aprovechéis de nadie, sino contentaos con la paga».

Por otra parte, estaba en el ambiente la idea de que Juan podría ser el Mesías. Y él, con la valentía que le caracteriza, contesta:

«Yo os bautizo con agua, pero viene el que puede más que yo… Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego».

Finalmente, Lucas dice que Juan «añadió otras muchas cosas y exhortaba al pueblo y le anunciaba el Evangelio».

Maravillosa lección para nosotros que debemos imitar a Juan Bautista siendo también evangelizadores que preparan el camino del Señor, apoyándonos en la fe que hemos recibido en el bautismo.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo Redentorista

7 de diciembre de 2024

Y EL PRECURSOR SE LLAMABA JUAN Domingo II de Adviento

En este segundo domingo del Adviento, la liturgia presenta al Precursor que va a ser el modelo para todos los bautizados que quieran cumplir el mandato de Jesús: «Anunciad el Evangelio a toda la creación»

  • Baruc

La primera lectura de hoy es del profeta Baruc, poco conocido por muchos de nosotros, pero que tiene un anuncio de mucha esperanza y contiene una gran profecía sobre la llegada de los tiempos mesiánicos.

El profeta, personificando a Jerusalén, la presenta de una manera maravillosa que les invito a meditar:

«Jerusalén, despójate de tu vestido de luto y aflicción y vístete las galas perpetuas de la gloria que Dios te da… Dios te dará un nombre para siempre: paz en la justicia y gloria en la piedad».

A continuación, le dice: «Ponte en pie, Jerusalén, sube a la altura, mira hacia oriente y contempla a tus hijos reunidos… y gozosos invocando a Dios».

Termina el profeta con la hermosa idea que escucharemos en este tiempo de Adviento:

«Dios ha mandado abajarse a todos los montes elevados… Ha mandado llenarse a los barrancos hasta allanar el suelo, para que Israel camine con seguridad guiado por la gloria de Dios».

  • Salmo 125

El salmista glorifica al Señor por la alegría que ha causado la seguridad mesiánica en el pueblo: «El Señor ha estado grande con nosotros y estamos alegres».

A continuación, canta la alegría de Sion y la admiración de los gentiles que repetían: «El Señor ha estado grande con ellos».

Y, por su parte, los israelitas también hacían eco:

«El Señor ha estado grande con nosotros».

  • San Pablo

El apóstol comienza con la frase muy hermosa que debemos tener presente para vivirla cada uno de nosotros:

«Siempre que rezo por todos vosotros, lo hago con gran alegría».

Así recuerda a los filipenses que han sido buenos colaboradores del Evangelio, según las enseñanzas de San Pablo.

Luego, hace esta bella oración:

«Que vuestro amor siga creciendo más y más en penetración y en sensibilidad para apreciar los valores».

También nosotros, con el apóstol, «nos deseamos mutuamente la gracia de llegar al día de Cristo, limpios e irreprochables, cargados de frutos de justicia, por medio de Cristo Jesús y todo para gloria y alabanza de Dios Padre».

  • Verso aleluyático

La liturgia no puede olvidar que estamos en Adviento; por eso, la gran invitación que toma del Evangelio de San Lucas:

«Preparad el camino del Señor, allanad sus senderos».

Con este anuncio busca que los pueblos puedan contemplar la salvación de Dios en su Hijo, Verbo encarnado.

  • Evangelio

El párrafo del Evangelio de San Lucas nos presenta el ambiente político de Israel en el momento en que Juan, Precursor de Jesucristo e hijo de Zacarías, comienza a predicar en el desierto. El anuncio de Juan bautista es un bautismo de conversión para el perdón de los pecados.

Como una justificación de esta presencia del Bautista, San Lucas nos recuerda estas palabras de Isaías:

«Una voz grita en el desierto: “¡Preparad el camino de Señor y allanad sus senderos! ¡Elévense los valles, desciendan los montes y colinas, que lo torcido se enderece y lo escabroso se iguale! ¡Todos verán la salvación de Dios!”».

De esta manera, amigos, empezó la evangelización que traía Jesús y Juan, el valiente Precursor, fue anunciándolo, hasta que el martirio confirmó la valentía de su anuncio.

Pienso que, cada uno de nosotros, con la fuerza recibida en el bautismo, debemos anunciar valientemente a Jesús en medio de este mundo que desconoce tantas veces a nuestro Dios.

***

 

En este día, 8 de diciembre, que la liturgia celebra la Solemnidad de la INMACULADA CONCEPCIÓN, pidamos la intercesión de Santa María; en primer lugar, por todos los niños que hoy hacen la primera comunión, según una bella tradición. En segundo lugar, pidamos a la Inmaculada, a través del Adviento, que nos lleve a un encuentro profundo y santificador con su Hijo Jesús.

 

José Ignacio Alemany Grau, obispo Redentorista