21 de junio de 2012

Natividad de san Juan Bautista

MI AMIGO JUANITO

Icono Ortodoxo moderno de la Natividad
de San Juan Bautista
No se extrañen del título porque yo tengo varios motivos para llamar así a San Juan Bautista.
El primero y el más importante es que me cae muy bien.
Es el prototipo del auténtico evangelizador.
En segundo lugar, la Iglesia únicamente celebra el nacimiento de tres personas: Juan Bautista, María y, por supuesto, Jesucristo.
Más tarde, cuando el pequeño Juan crezca y cumpla su misión rubricará su vida y mensaje con su propia sangre en el martirio, que también celebraremos en el santoral.
Y, ¿qué es lo que nos dice la liturgia en la “Solemnidad de San Juan Bautista”?
Ante todo debemos saber que nos presenta dos esquemas, uno para la vigilia y otro para la misa del día (éste es otro privilegio del Santo).
Uniendo algunos pensamientos, compartamos:
La lectura de Jeremías nos dice de él:
“Antes de formarte en el vientre te escogí; antes de que salieras del seno materno te consagré: te nombré profeta de los gentiles”.
Está clara la semejanza del profeta con Juan Bautista porque, como nos dirá el Evangelio, Isabel, al oír el saludo de María que traía en su seno a Jesús, exclamó: “Tan pronto como tu saludo llegó a mis oídos el niño saltó de alegría en mi seno”.
San Pedro, por su parte, nos felicita a todos con estas palabras:
“No habéis visto a Jesucristo y lo amáis; no lo veis y creéis en Él; y os alegráis con un gozo inefable…”
Esto vale de manera especial para Juan que, antes de salir al público Jesús, que era la luz del mundo, “venía a dar testimonio de la luz, preparando para Dios un pueblo bien dispuesto”.
El Evangelio de la vigilia nos cuenta que Zacarías, que había querido y esperado tanto tiempo un hijo, cuando se le apareció el ángel del Señor prometiéndole tener uno, dudó.
El castigo de su duda fue quedar mudo hasta que al nacer el pequeño Juan recobró la palabra y comenzó a proclamar: “Bendito sea el Señor, Dios de Israel, porque ha visitado y redimido a su pueblo…”
El prefacio, a su vez, celebra la gloria del Bautista y le da los títulos mayores que se han dado a ninguna criatura:
“Precursor de tu hijo y el mayor de los nacidos de mujer…
Él saltó de alegría en el vientre de su madre, al llegar el salvador de los hombres, y su nacimiento fue motivo de gozo para muchos.
Icono ortodoxo de San Juan Bautista
Él fue escogido entre todos los profetas para mostrar a las gentes el Cordero que quita el pecado del mundo.
Él bautizó en el Jordán al autor del bautismo, y el agua viva tiene, desde entonces, poder de salvación para los hombres. Y él dio, por fin, su sangre como supremo testimonio por el nombre de Cristo”.
Dos aplicaciones para esta fiesta:
Cuando rezamos el Benedictus que proclamó Zacarías creo que todos podemos aplicarnos estas palabras porque todos tenemos obligación de ser misioneros:
“A ti, niño, te llamarán profeta del Altísimo, porque irás delante del Señor a preparar sus caminos”.
Por otra parte, hay un dicho popular que yo lo explico a mí manera. Y con la explicación la aplicación:
La gente suele decir: “Cuando San Juan baje el dedo”, porque ven que en sus imágenes levanta el dedo pulgar señalando.
Sin duda que el artista se refería a sus palabras, cerca del Jordán. Cuando Juan señaló a Jesús diciendo: “Éste es el cordero de Dios que quita el pecado del mundo”.
La aplicación es muy simple. También tú y yo tenemos la obligación de enseñar a todos que Jesucristo es el Cordero de Dios “degollado y puesto en pie”, que nos dio la salvación.